Por Tadeo Cadena
Una de las problemáticas más difíciles de la vida de un cristiano es relacionada con la fe, ya que es ahí dónde Satanás busca atacar, recordemos que en Hebreos 11: 6, dice:
”Pero sin fe es imposible agradar a Dios…”
Ahora qué es la fe:
En Hebreos 11: 1, dice:
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."
Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.
Un día cuando salían de Betania Jesús y sus discípulos, Jesús sintió hambre. De lejos vio una higuera que tenía hojas, y se acercó a ver si también tendría fruto, pero no encontró más que las hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces le dijo a la higuera:
—¡Nunca más vuelva nadie a comer de tu fruto!
Sus discípulos lo oyeron.
A la mañana siguiente pasaron junto a la higuera, y vieron que se había secado de raíz. Entonces Pedro, acordándose de lo sucedido, le dijo a Jesús:
—Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
En 11: 22-24, podemos leer lo que:
22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
La palabra fe proviene del griego PISTIS, que también significa: convicción, confianza, creencia, dependencia, integridad, y persuasión.
Básicamente fe, debe ser para nosotros los cristianos, una confianza interior, que nos proporcione seguridad, paz y dependencia de Dios y en todo lo que Él nos revela confirmándola a su vez en la palabra de Dios.
En el momento que Jesús, le dice a la higuera “nunca jamás coma nadie fruto de ti” no terminó la oración con frases dubitativas, sólo dijo y lo que paso sorprendió incluso a los discípulos.
Jesús les enseña, diciendo: “Tened fe en Dios…”
Y después les habla de que si les “que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.”
Un monte, es símbolo de un OBSTÁCULO, IMPEDIMENTO, O PROBLEMA INSALVABLE.
Por lo que la fe, es la clave, para solicitar las bendiciones que nos permitan enfrentar al obstáculo, impedimento o problema.
De manera que:
1.La fe, debe depositarse en Dios, no en nuestras habilidades o recursos.
2.La fe, no es una actuación o una obra literaria que exprese palabras rimbombantes, campanudas u ostentosas; la fe brota de nuestra convicción, de que es ésta, la que produce resultados concretos, es decir, es activa y eficaz (Que produce el efecto esperado, que va bien para determinada cosa)
En el tiempo en que Herodes era rey del país de los judíos, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al turno de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón. Los dos eran justos delante de Dios y obedecían los mandatos y leyes del Señor de manera intachable. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; además, los dos eran ya muy ancianos.
Un día le tocó a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. En esto se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, de pie al lado derecho del altar del incienso. Al ver al ángel, Zacarías se quedó sorprendido y lleno de miedo.
Veamos qué le dijo el Ángel en Lucas 1: 13-14
13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;
La fe nos permite pedir todo lo que deseemos, siempre y cuando:
Esté puesta en Dios.
Que sea congruente con su voluntad expresada en la Biblia.
Que tengamos en nuestros corazón la certeza de que lo que pedimos será, y sin dudar vivamos confiadamente
Así como el ángel le dijo a Zacarías: “no temas; porque tu oración ha sido oída… y tendrás gozo y alegría…”
Así te digo, que Todo lo que pidas con fe, en congruencia con su voluntad expresada en la palabra de Dios (Biblia), lo recibirás.
Porque tu oración ha sido escuchada y tendrás gozo y alegría, como nunca antes la haz tenido.
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