Por Tadeo Cadena
Para esta enseñanza vamos a leer Mateo capítulo 6 del versículo 1 al 8:
6 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Jesús y la oración (Lc. 11.2-4) 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
En Mateo 6 del versículo 1 al 8 Jesús ofrece ejemplos específicos sobre cómo nuestra práctica de la piedad debe ser diferente de las prácticas externas de los fariseos. El principio general válido para los cristianos es agradar a Dios y no a recibir alabanzas de los demás.
Iniciemos con MATEO 6: 1-4, dice:
6 »Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa. 2 »Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa. 3 Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, 4 para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará
En este caso la palabra HIPOCRITAS proviene del griego hupokrites.
En los días bíblicos, los actores se cubrían el rostro con una máscara, la cual incluía un dispositivo para amplificar la voz.
Como los dramas se ejecutaban a través de preguntas y respuestas, la palabra que describe el diálogo era hupokrinomai, replicar o contestar.
Hupokrites es el que desempeña un papel en el drama, lee el guión o libreto, o el que monta un acto teatral.
El hipócrita esconde sus verdaderos motivos debajo del disfraz que oculta su verdadera faz.
Por eso al contrario de los hipócrita, los cristianos no debemos hacer alarde de nuestras ofrendas,, donativos o regalos.
La recompensa de esos simuladores (los hipócritas) es presente y humana, en comparación con la recompensa divina de los que dan sin ostentación.
Continuando con el texto MATEO 6: 5 – 8 dice:
5 »Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. 6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. 7 Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. 8 No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.
En esta parte el verbo ORES: proviene del griego proseuchomai; Este es un vocablo aglutinante. El sustantivo euche es una oración a Dios que también implica el hacer un voto; se añade el verbo euchomai, el cual denota una invocación, una petición o ruego. Al agregarle pros, “en dirección de” (Dios), proseuchomai viene a ser el término que mas se emplea para oración.
Jesús no critica la plegaria pública, pero si condena la oración pretensiosa y ostentosa que atrae la atención.
Cuando hace referencia a las vanas repeticiones no se refiere a una petición que se reitera, sino al balbuceo desprovisto de sentido, y a las largas oraciones que confunden la piedad con la verbosidad vacía, Jesús enseña a orar de forma concentrada, reconociendo la necesidad de que Dios reine sobre todas las facetas de la vida y la sociedad.
Jesús presenta una devoción como algo del corazón; compara la devoción sincera y sentida con las prácticas de piedad externas, hipócritas y pretensiosas de los fariseos.
Jesús advierte a sus discípulos aun en contra de genuinas buenas obras que distraigan de una verdadera devoción al Señor.
Esta supone desarrollar una íntima relación con el Dios viviente, sentir el calor de una vida nos acerca al corazón del Padre.
Por tal motivo recuerda:
1. Echa a un lado cualquier manifestación de religiosidad que busque la aprobación humana.
2. Ora siempre de una manera sincera y honesta.
3. Dedica tiempo a la devoción personal, es decir, pasa un momento de dedicación íntima y exclusiva a Dios, haz de ese momen
to una experiencia única y especial, que tiene como propósito conocer más a Dios a través de un acercamiento sublime.
4. HAZ EL BIEN PARA AGRADAR A DIOS, NO A LAS PERSONAS.
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