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CUANDO SE VA UN SER QUERIDO

Por Tadeo Cadena


Deuteronomio 34: 1-5,8

Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan,

2 todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;

3 el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmer


as, hasta Zoar.

4 Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá.

5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.

8 Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés.

El duelo es un proceso sano que busca reconfortarnos, hacer que aceptemos la pérdida y encontremos formas de adaptarnos.

Superar el gran dolor de una pérdida no significa que uno se olvide de la persona que falleció.

Solemos experimentar reacciones dolorosas van y viene. En ocasiones, cuando la pérdida es muy reciente, el dolor es muy intenso.

Sin embargo algunas personas no sienten ese dolor de inmediato. Se sienten paralizadas, en shock o niegan lo sucedido. Puede tomar tiempo aceptar la realidad de que el ser querido se ha ido.

En muchas ocasiones, la gente expresa sus emociones durante este período, por ejemplo, llorando. Hay quienes pueden sonreír o hablar con otras personas en un funeral como si nada hubiera ocurrido, pero sin embargo, están tristes.

Está bien sentir dolor por algunos días, semanas o incluso más tiempo. La intensidad del dolor que se siente puede estar relacionada con lo repentino o esperado de la pérdida, o con cuán cercana sentías a la persona que falleció.


Pero cuando pasamos por situaciones tan difíciles como la partida de un ser querido, necesitamos mucho valor para aceptar este proceso.

“…Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” (Santiago 4: 14)

En este momento de gran tristeza tal vez sólo podemos expresarnos como lo dijo el salmista en:

Salmos 77: 22

Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo.

Es normal estar triste y en estas circunstancias no encontrar consuelo.

sin embargo, A pesar de la situación debemos primeramente recordar Dios no nos deja solos sin importar qué este pasando:

Isaías 41: 10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

EN ESTE MOMENTO DE TRISTEZA POR NUESTRO SER QUERIDO QUE NO ESTÁ PODEMOS SENTIR:

Reacciones físicas: Cambios en el apetito o sueño, opresión en el pecho, llanto, problemas para relajarse, poca energía, nerviosismo o problemas para concentrarse.

Pensamientos frecuentes: Pueden ser recuerdos felices de la persona que falleció, preocupaciones o arrepentimientos, o pensamientos de cómo será la vida sin esa persona.

Emociones fuertes: Por ejemplo: tristeza, enojo, culpa, desesperación, alivio, amor o esperanza.

Reacciones espirituales: Una pérdida puede llevarnos a encontrar fuerza en la fe, a cuestionar creencias religiosas o a descubrir significados y conexiones espirituales

Generalmente, uno se va sintiendo mejor en forma gradual. A veces, puedes sentir que nunca te recuperarás. El proceso de duelo lleva tiempo y, algunas veces, el dolor puede volverse más intenso que otras.

Como creyentes sabemos que Dios tiene un plan perfecto, Romanos 8: 28.28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.


En la presencia del Señor ya no hay dolor ni gemido sino que se tiene gozo perpetuo una alegría como nunca hemos visto o sentido

Apocalipsis 14: 13 dice:

Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

Si, en este momento podemos sentirnos tristes, pero hay un día prometido por Dios, que ya no tendremos llanto, dolor, tristeza, temor, angustia, sentimientos de abandono, comprenderemos porqué tuvo que pasarnos eso que tanto nos duele.

En ROMANOS 8:18 dice:

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Porque como dice Isaías 51:11

Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.


Tips que te pueden apoyar en este momento

Las ceremonias, como los funerales y los homenajes, permiten a amigos y familiares reunirse para apoyar y consolar a las personas más afectadas por la pérdida.

Ayudarse a uno mismo, puede ayudarte expresar tus sentimientos y obtener apoyo, cuidarte y encontrarle un significado a la experiencia.

Expresar tus sentimientos y encontrar apoyo, tómate un momento para reflexionar sobre cómo te has sentido y cómo has reaccionado.

Encontrar un significado, podemos aprender de las pérdidas y experiencias difíciles.

Cuidarse a uno mismo: Duerme, Haz ejercicio, Come sano.


Apocalipsis 21: 4

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

Donde estaremos con Dios y volveremos a ver a todos los que amamos en la tierra, tendremos paz, amor, felicidad, gozo y estaremos juntos otra vez.


Recuerda SENTIRSE MEJOR NO ES OLVIDAR.


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