top of page
Buscar

CONFRONTANDO AL MAL

Foto del escritor: Tadeo CadenaTadeo Cadena

Por Tadeo Cadena


Como creyentes debemos estar preparados para enfrentarnos no sólo con personas que no creen, o que se burlan de nuestras creencias, así como encarar las adversidades normales de la vida.

Pero también debemos entender que habrá momentos que nos tendremos que poner cara a cara con el mal.



Por eso he titulado esta enseñanza:

Confrontando al mal


Leamos Hechos 12: 1-5

12 En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.

2 Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan.

3 Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura.

4 Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua.

5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

En este pasaje podemos tomar a Herodes como la figura del mal, ese ataque permanente de Satanás sobre todos los creyentes.

Empezando con Herodes el Grande quien fue quién mando matar a Jesús; su hijo mandó matar a Juan el Bautista, su nieto decapitó a Jacobo y ahora tenía preso a Pedro.

Sin embargo a pesar de que Pedro estaba preso, la iglesia no estaba quieta, estaba de rodillas haciendo oración y no era una oración simple en el verso 5 especifica que era una oración SIN CESAR.

En ocasiones como hermanos no sabemos cómo ayudar, y la primer opción debe ser la oración.

En el caso del pasaje que estamos leyendo, se aparece un ángel quien es quien saca a Pedro de la cárcel y lo salva de Herodes y de todo el pueblo judío que buscaba matarle.

Leamos hechos 12:7 - 17

7 Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.

8 Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme.

9 Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión.

10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él.

11 Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.

12 Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.

13 Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode,

14 la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.

15 Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: !!Es su ángel!

16 Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.

17 Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.

Lo curioso es que la única puerta que encontró Pedro cerrada fue la de sus hermanos en Cristo.

Y esto se debe a que en ocasiones cuando oramos por otros no vemos ni creemos lo que Dios puede hacer cuando son escuchadas nuestras oraciones.


Cómo enfrentar al mal

1. Con oración primeramente


Pero también debemos de estar conscientes de las necesidades de nuestros hermanos (Hechos 13: 1-3)

13 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

En el versículo 2. la palabra MINISTRANDO, se deriva del griego leitourgeo, que se relaciona con satisfacer las necesidades materiales, en este caso de los hermanos cristianos.


Cómo confrontar al mal

1. Oración y ayuno

2. Ministrar no sólo de oración sino también de buscar que las necesidades de los hermanos estén satisfechas.


No olvidemos Mateo 25: 34-40

Mateo 25:34-40

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?

38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?

39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.


Cómo confrontar al mal

1. Oración.

2. Ayuno.

3. Ministrando que las necesidades de los "hermanos" estén satisfechas.



2 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Plan de vida

Comentarios


bottom of page